VISITA APOSTÓLICA A LAS MONJAS NORTEAMERICANAS: «Yo sólo hago lo que me han mandado» (Hna. M.C. Millea)

millea ncronline.org.- John Allen (National Catholic Reporter) entrevistó el martes a la madre Marie Claire Millea (en la foto con la hermana Marlene Weisenbeck, presidenta de la LCWR, en la presentación de la gran exposición «women and spirit: catholic sisters in America» en Washington). La madre Millea fue designada por el Cardenal Rodé (CIVCSVA) para realizar una visita apostólica a las más de sesenta mil religiosas norteamericanas. La Visita fue acogida con reservas y su proceso no ha estado exento de polémicas sobre su motivación, sus métodos, su conveniencia y sobre su oportunidad. En la presente entrevista, la madre Millea explica cómo van a ser afrontadas las dos próximas fases de la visita, así como cierta previsión sobre el desenlace de la misma. Queda sembrada la gran duda, pues, en una de las respuestas parece insinuarse que quizá el Cardenal Rodé deje de ser Prefecto de la CIVCSVA antes de que culmine la visita apostólica, lo que deja la duda de si ésta será culminada. Reproducimos la interesante entrevista publicada en la versión on-line de este prestigioso semanal católico norteamericano.

John Allen: Después de un año trabajando en la Visita, ¿Cree usted que comprende mejor algunos de los temores y resistencias que la visita había generado?

M.C. Millea: Al comienzo, encontré algunas reacciones en la línea de “no hemos sido consultadas, no hemos sido advertidas, esto va contra nosotras”. Ciertamente, esto resulta raro para nuestra mentalidad americana y nuestro modo de hacer las cosas… En cierta ocasión dije a una superiora general que vive en Roma: “Usted y yo vivimos aquí, y sabemos que esto es lo que sucede. ¿Por qué no lo obviamos?” Ella se rió y dijo “Tiene usted razón. Hagámoslo”.

No sabría decirle cuál es el nivel de temor que continúa en la gente. No sabreía decirselo. Lo que sí sé es que hemos intentado comunicar cada paso que hemos dado en el camino. Cada etapa de la Visita ha sido articulada de acuerdo con lo que ibamos escuchando. Estamos intentando ser lo más abiertas que podemos… Confio en que podamos reconstruir esa confianza perdida y remover esos temores que se crearon.

¿En qué punto de la visita se encuentra usted y hacia dónde va a ir ahora?

Estamos todavía evaluando los datos recibidos de las congregaciones. Estamos escogiendo algunas congregaciones, a las que realizaremos una visita «in situ». Las visitas comenzarán una semana después de Pascua. Tendremos ocho semanas de visitas en la primavera y varias semanas más en el otoño. Estamos escogiendo una muestra representativa, entre congregaciones cuyas casas-madre estén en diferentes lugares del país, pues las realidades son verdaderamente diferentes. Algunas son pequeñas, otras grandes; algunas están florecientes y otras en declive.

O sea que las congregaciones que recibirán visitas no serán las marcadas como problemáticas.

Cierto. Creo que eso es importante. Queremos que quede claro lo quela vida religiosa es realmente . Sin duda, vamos a mostrar las 420 diferentes versiones de la misma, pero no queremos centrarnos en aquellas que puedan percibirse como problemáticas.

¿Habrá mezcla de congregaciones consideradas como progresistas y las consideradas como tradicionales?

Sí, claro… de las federaciones distintas a las que pertenecen, de todo tipo. Queremos también visitar algunas congregaciones que se dedican al mundo de la salud, a la educación,… en definiriva, intentaríamos abarcar tanta variedad como sea posible.

¿Cuántas congregaciones van a ser visitadas?

Creo que en primavera haremos entre 30 y 40 visitas, y más de esa cifra en otoño.

¿En total, aproximadamente cien?

Sí, más o menos. Esto representaría,»grosso modo», un 25 por ciento de las congregaciones que son objeto de la visita. Evidentemente, no podemos visitar a todas las congregaciones. Sería muy interesante visitar a cada una de ellas, pero humanamente es, simplemente y llanamente, imposible. La visita tuvo un comienzo, y queremos que tenga un final.

¿Cuándo podría ser ese final?

Si trabajamos bien desde abril hasta comienzos de diciembre, me gustaría terminar con las visitas particulares para finales de 2010. Después, a lo largo de 2011 completaríamos los informes individuales para la Congregación. Había pensado que sería para mediados del 2011, pero creo que esto no es realista del todo. Cada informe requiere bastante trabajo. La fecha de mi informe final se hará con los datos de mis entrevistas con las superioras generales en la pasada primavera, las respuestas escritas de las congregaciones, las impresiones de las entrevistadoras de las congregaciones que vayan a tener una visita directa, y luego otros datos que nos han enviado.

¿Cuántos informes individuales habrá?

Haré un informe de cada una de las congregaciones a las que se refiere la visita, tanto si han tenido visita directa como si no. O sea, 420 informes. Les llamamos “unidades”, más que congregaciones, porque si hay una congregación que tiene cinco provincias diferentes, cada una forma una unidad propia. Sus informes estarán probablemente relacionados, pero cada realidad podría ser diferente.

¿Y luego hará un informe-resumen final?

Se referirá a las tendencias generales. No entrará en detalles. Eso queda para los informes individuales.

¿Cuándo serán informadas las comunidades femeninas?

Recibirán el informe de la Congregación para la Vida consagrada después de que haya enviado mis informes. Mi encargo es enviar los informes a Roma, de allí recibirán después ellas la información.

¿Enviará los 420 informes a medida que los vaya haciendo?

Probablemente sí. No veo ninguna razón para tenerles esperando hasta que estén todos. A medida que nosotras los procesemos, la congregación también puede irlos procesando.

Es posible que de aquí a entonces tengamos un Nuevo Prefecto de la Congregación para los religiosos, puesto que el cardenal Franc Rodé ya pasa de los 75 años. ¿Afectaría esto al calendario?

Yo no quisiera precipitarme. He cuidado mucho de marcarme un calendario realista. Ahora estamos en plena visita, en la tercera etapa. La cuarta será escribir los informes. Creo que podré continuar hasta finalizarlos, sin importar quién esté al frente de la Congregación (CIVCSVA).

¿Con cuánta antelación sabrán las congregaciones que van a recibir una visita directa?

Queremos darles un margen de, al menos, dos meses. Ya vamos con retraso para fijar la primera tanda de visitas, pero esta semana enviaremos las primeras cartas a las congregaciones que han sido elegidas para una visita directa.

¿En qué consistirá la visita?

Vamos a tener encuentros con todas las religiosas de la comunidad que quieran hablar con nosotras. Desde luego, no podemos obligar a nadie a hablar con las visitadoras. La idea es que cuenten su historia. No vamos a ir a verificar datos que ya tenemos, sino a escuchar la historia de las hermanas individualmente, ¿cómo llegó a formar parte de este grupo? ¿cuáles son sus alegrías y sus esperanzas?

Las visitadoras no llevarán un listado de preguntas diciendo: “Nos habeis dicho que tenéis 16 hermanas formándose. ¿Podemos verlas?” No. Esto es algo distinto de, digamos, una visita de inspección. Las visitadoras van a ir con libertad, sin estar condicionadas por ideas preconcebidas sobre las congregaciones. Sólo queremos escuchar sus historias.

¿Cuántas visitadoras habrá?

Va a depender de cuántas hermanas haya en cada unidad y cuántas deseen tener una entrevista. Estamos haciendo un cálculo aproximado. Creemos que serán dos al menos, y, normalmente, no más de cinco. Cinco sería para una congregación grande con muchas hermanas que deseen hablar con las visitadoras.

¿Cuantas visitadoras habrá, pues, en total?

Tenemos alrededor de 80 personas que se encargarán de esto. Se trata de religiosas que visitan a otras religiosas. Creo que es una forma adecuada de hacer una visita así.

¿Cómo han sido elegidas?

Nosotras pedimos a las superioras mayores que nos recomendaran personas. Después, otras personas hicieron también sus recomendaciones. Las hemos contrastado, por supuesto. Procuramos ver dónde viven y con quiénes trabajan. Tuvimos buenas recomendaciones. Después las invitamos a participar. Es una participación completamente voluntaria.

Se ha informado de que algunas congregaciones ni siquiera rellenaron su cuestionario, o que no lo rellenaron completamente. ¿Es correcto?

Esto es un punto muy importante. Hemos estado investigando y analizando los datos que llegan. En enero envié otra carta a las superioras mayores, pidiendo a quienes no habían respondido o habían respondido incorrectamente que considerasen la respuesta a la Santa Sede. A día de hoy, tenemos respuesta de practicamente todas las congregaciones del país. Hemos estado mirando esto, precisamente, hoy porla mañana. Sólo tenemos siete pequeñas unidades que no han respondido. Una de las personas de la oficina está llamándoles por teléfono, porque hay pequeños grupos que pensamos que pueden haberse visto confundidos o creer que no tenían que participar. Queríamos al menos tener sus datos estadísticos para que podamos dar la mejor imagen.

Creo que esto es fenomenal, porque muestra que practicamente todas las congregaciones del país han comprendido que la Santa Sede tiene autoridad para pedirles información y ellas tienen obligación de responder. ¿Todas ellas han respondido al ciento por ciento todas las preguntas? No. Pero tenemos datos excelentes de la mayoría de las congregaciones.

Al final yo sólo puedo escribir un informe de lo que conozco. Muchas superioras de congregaciones me han contado en las entrevistas cara a cara las cosas maravillosas que sus hermanas están haciendo y preguntaban ¿Va a dar estas buenas noticias a la santa sede? Por supuesto que sí. Queremos que la Santa Sede vea lo que las religiosas representan para nuestro país. Yo solo puedo responder basándome en lo que conozco, por eso cada respuesta cuenta.

¿Cree que las congregaciones están interesadas en responder?

Sí, eso creo.

¿Qué porcentaje de respuestas completas ha habido respecto a las respuestas parciales?

Practicamente todas las congregaciones han respondido, en la mayoría de los casos satisfactoriamente. Estamos abiertas a un diálogo contínuo y hay congregaciones que respondieron, en ese sentido, diciendo que querían hablar sobre ello. Respecto a esto, estoy preparando las visitas directas, eligiendo esa muestra, formando a los equipos, así que no me he enfrentado con este tipo de respuestas, pero lo intentaré.

¿Serán elegidas las congregaciones a visitar en base a cómo hayan respondido al cuestionario?

Hasta cierto punto sí. En nuestro primer grupo de visitas nos dirigimos a las congregaciones que han respondido satisfactoriamente, de modo que estarán más abiertas y así podremos decir que esta es una experiencia positiva.

Una congregación que no rellenó el cuestionario y resulta ser visitada estaría tentada de pensar: «hemos sido elegidas porque hicimos lo que nos pidieron» ¿Es equivocado pensar así?

La gente va a pensar lo que quiera. Nosotras no podemos controlar eso. Pero tendrán que mirar la imagen completa. Cada una sabe lo que cada una hizo y tendrán que mirar alrededor y decir “Bien, ese grupo lo rellenó, y ese también, y ambos han sido visitados” Tratamos de ser justos. No estamos señalando a ningún grupo.

El Vaticano ha estimado el coste de la Visita en alrededor de 1 millón de dólares. ¿Esta cantidad ha sido cubierta?

Nosotras no nos ocupamos de la financiación. Cuando necesitamos dinero, pedimos a la Congregación para la Vida Consagrada. Todo lo que puedo decir es que nosotras cubrimos nuestros gastos. Cuando nuestra cuenta bancaria baja, pido fondos a la Santa Sede.

Entonces ¿Rodé no les ha dicho que se aprieten el cinturón?

No. Él tiene copia del presupuesto y le doy cuenta periódicamente de lo que hemos gastado. Recibimos lo que necesitamos

Teniendo en cuenta la petición hecha por Rodé a los obispos ¿cree que la mayor parte del dinero viene de las diócesis?

No creo, pero no sé. Sé que hubo una solicitud de ayudas voluntarias. No sé cuánto recibieron, pero supongo que se cubrirá el coste total de la visita.

¿Cree que la mayor parte viene del presupuesto operativo ordinario de la Congregación para los religiosos de Roma?

No he preguntado ese punto, pero supongo que sí.

Los críticos dicen que en parte la intención de esta Visita es asegurar que si las religiosas deciden cerrar sus instituciones, la iglesia –que para la gente significa normalmente los obispos- conservará sus bienes. ¿Forma esto parte de la agenda?

Nosotras habíamos preguntado al principio por algunos datos sobre los bienes y las finanzas, y hemos retirado esa pregunta teniendo en cuenta objeciones razonables. Hay un principio de derecho canónico, desde luego, de que todos los bienes que pertenecen a una congregación religiosa son, fundamentalmente, propiedad de la Iglesia. Por ejemplo, nosotras tenemos esta preciosa casa madre aquí con un terreno de 100 acres. Si no pudiéramos utilizarla, nuestras superioras tendrían la obligación, antes de venderla a un constructor, de ofrecérsela a la diócesis. Del mismo modo, no hay obligación de regalar nuestros bienes a la diócesis. Si necesitamos el dinero para mantener a nuestras hermanas mayores, por ejemplo, podemos venderla y utilizar el beneficio. Tiene que haber un diálogo con la diócesis en cuestión.

¿Esta Visita pretende asegurar que las hermanas no hagan este tipo de transacciones?

No, no forma parte de nuestros objetivos.

Se ha hablado en algunos círculos de “volverse no canónicos”, en referencia a cortar el vínculo con la iglesia institucional y reagruparse según las leyes civiles. ¿Está enterada de esto?

Ese tipo de gupos de estudio han sido anunciados públicamente y la gente les está prestando atención. No sé cómo de extendido está o cuantas personas estén haciendo eso. Creo que alguien que diga “voy a volverme no canónico” cae en una especie de contrasentido, porque nosotros nos hacemos canónicos por nuestro bautismo. Pero sí, existe la posibilidad de que un grupo de personas pertenecientes a cierta institución diga que oficialmente dejan de estar en sintonía con la Iglesia católica.

Es realmente un paso dramático.

Sí lo es. Tendremos que esperar a ver qué opciones toman. Sé que se ha hablado de ello y que se han propuesto modelos.

El cardenal Rodé ha hablado varias veces, incluyendo una entrevista que hizo conmigo el pasado mes de octubre, sobre lo que él ve como una crisis profunda en la vida religiosa del postconcilio. Lo que muchos se preguntan es… ¿cómo creer y fiarse de la objetividad de este proceso de la visita, cuando el responsable de la misma parece haber tomado ya de antemano una postura o decisión al respecto?

Yo no puedo adivinar lo que se hará con la información que yo le dé. Ni siquiera sé quién va a recibir la información cuando la tengamos. Lo único que puedo controlar es que yo informaré con integridad, honestidad y sin prejuicios. No tengo tendencia a sancionar. Quiero presentar una imagen justa de las alegrías, luchas y obstáculos que vive cada instituto para llevar adelante sus servicios. Los datos que serán recibidos sobre ello, que serán el vehículo oficial para la comunicación entre la Santa Sede y la congregación, no van a predisponerlas a algo negativo.

¿Quiere decir que usted no está llevando a cabo esta Visita según un plan predispuesto, ni del cardenal Rodé ni de nadie?

Yo sólo hago lo que me han mandado. Realmente me han dado libertad para llevarla a cabo en su diseño, para utilizar a las personas que considere apropiadas, sin restricciones.

Al final…¿tiene usted una historia de buenas noticias que contar sobre la vida de las religiosas en los Estados Unidos?

Sí, la tengo. Con todo, “buena” no significa que no tenga grandes problemas, pero es buena. Hay muchas, muchas héroes anónimas. Una de las cosas que más me impresionaron más en la primera etapa, cuando hablé con las superioras, fue cómo me contaban las historias de tantas de nuestras hermanas mayores que no reciben un sueldo pero que están ahí, trabajando codo a codo con personas sin estudos, o en comedores sociales o en tantos y tantos lugares. La alegría y el orgullo de las hermanas es inmensa. Es el fruto continuado de una vida de entrega y dedicación. No se trata de si ella sigue a cargo de estas obras, sino de que es la istoria de una vida de entrega que todavía se está entregando, de acuerdo con su capacidad. Ese es un ejemplo de notiica maravillosa.

¿Cree que hay más de lo que nosotros percibimos?

Realmente. La prensa ha generado mucho interés por todo esto. Creo que la gente hoy tiene un poco más de gaas de conocer este modo de vida. Creo que se va a producir el efecto de poner nuestra opción de vida a la vista de la gente joven.

¿De modo que aunque sólo fuea eso, la Visita ha dado que hablar sbre la vida religiosa en América?

Sí, lo ha hecho, y creo que eso es bueno. Con independencia de quien lo comenzó y quién lo esté llevando a cabo, aquí hay un plan más grande.

Lo mismo se puede decir precisamente de esta etapa de visitas directas. Preveo que se va a dar a conocer dónde están las visitadoras, y esto llamará la atención hacia algunas comunidades que están haciendo tranquilamente lo que han sido llamadas a hacer. Puede generarse un nuevo interés por su modo de vida, del que no conocíamos mucho hasta ahora. Cuando pienso en esto me entusiasmo y veo que hay como un plan mayor y que de todo ello saldrán cosas buenas.

¿Algunas otras impresiones generales?

He visto muy claramente cómo nuestra gente católica americana quiere a las religiosas. Ellos han expresado este cariño de muy diversos modos. Algunos dirían “Se amable con nuestras pobres religiosas”; otros están preocupados porque ven una presencia disminuída de las hermanas y muchas generaciones de católicos en nuestro país han recibido mucho en su contacto con ellas.

Aunque el hecho de que que las cifras hayan caído no sea una sorpresa para nadie, he sido sorprendida gratamente al ver interés en muchas comunidades, que pueden no haber atraído vocaciones en un tiempo, pero que ahora están realmente buscando caminos. Ellas han reclamado su identidad, y han dicho: “Queremos vivir. Queremos que nuestro carisma continúe”. Han puesto realmente mucha energía en la promoción de vocaciones, de un modo muy saludable, y están viendo resultados. Me alegro mucho con esto. Incluso he visto algunas comunidades muy pequeñas que ven crecer sus estadísticas con sus jóvenes candidatas. También me han impresionado y alegrado mucho.

Ciertamente seríamos idealistas si pensamos que vamos a volver a las cifras que tuvimos, pero la vida religiosa como tal, hasta donde yo veo, va a continuar.

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    Antonio Jesús Martínez Goitia 14 años

    Es sabido que en la Congregación de religiosos están de retirada, esperando el pronto derribo y el relevo. Rodé ha conseguido meter a los religiosos en más follones que nunca. Por eso y porque se pasa media vida hablando mal de sus hermanos consagrados y consagradas, no lo quiere nadie ni en pintura. Los religiosos no lo tragan. Es el Prefecto de Religiosos menos querido de la Historia de la Iglesia por sus propios hermanos.
    ***
    N. del E.: No se aceptan insultos o malas palabras.

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