EN EL FALLECIMIENTO DE MONS. PITTAU, SJ

(Zenit) – Al conocer la noticia de la muerte del arzobispo Giuseppe Pittau, el papa Francisco ha expresado este sábado sus «sinceras condolencias» al superior general de la Compañía de Jesús, padre Adolfo Nicolás, a través de un telegrama. Este prelado jesuita falleció ayer en Tokio, a la edad de 86 años, según ha informado Radio Vaticano.

En su misiva, el Santo Padre ha calificado a Mons. Pittau de «ejemplar ministro de Dios, que vivió por la causa del Evangelio». El Pontífice ha recordado también «su generoso apostolado misionero en Japón, donde ha concluido su vida terrena».

Además, ha agradecido al Señor por «el servicio prestado a la Sede Apostólica como secretario de la Congregación para la Educación Católica y por su compromiso como rector de la Sophia University de Tokyo y rector magnífico de la Universidad Gregoriana de Roma, así como por su dedicación a la Compañía de Jesús».

Al término del mensaje al Padre General, el papa Francisco le ha trasladado su «consoladora bendición apostólica», a la luz de la resurrección de Cristo, y ha confiado el alma del difunto a la intercesión maternal de la Virgen María.

El arzobispo Giuseppe Pittau nació en Villacidro, Cerdeña, y en 1945 ingresó en la Compañía de Jesús. Asistió al seminario de Cuglieri, Cerdeña, e hizo su noviciado en Ariccia y Cuneo. Estudió filosofía en la Universidad de Barcelona, donde se graduó en 1952. En ese mismo año los superiores lo enviaron a Japón, donde permanecería durante casi treinta años, hasta 1981.

En Yokosuka, el padre Pittau estudió el japonés durante dos años, y comenzó a enseñar letras en la escuela secundaria. Se licenció en Teología en Tokio, en 1959. Tras un breve periodo en la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, para doctorarse en Ciencias Políticas, regresó a la Sophia University de Tokio para enseñar Ciencias Políticas en la Facultad de Derecho. De 1968 a 1981 fue rector de esta universidad y también provincial de los Jesuitas.

Durante su viaje a Japón, en 1981, Juan Pablo II pidió al padre Pittau que volviera a Italia y lo nombró coadjutor del padre Paolo Dezza, delegado pontificio para la Compañía de Jesús. Durante dos años se dedicó a visitar las diversas casas de los jesuitas por el mundo y colaboró con el padre Dezza en la fase de transición de la Compañía tras la salida del padre Pedro Arrupe. Después de la elección del nuevo superior general, el padre Peter-Hans Kolvenbach, el padre Pittau se convertió en su consejero general y, al mismo tiempo en asistente para Italia y Asia oriental.

En 1991, el religioso jesuita fue nombrado rector de la Universidad Gregoriana y el canciller de la Academia Pontificia Academia de las Ciencias y de la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales. Siete años más tarde, el Pontífice polaco lo llamó a formar parte de la Curia Romana, nombrándole arzobispo secretario de la Congregación para la Educación Católica (Es de recordar su documento dirigido a la vida consagrada que trabaja en la educación: Las personas consagradas y su misión en la escuela), entonces dirigida por el cardenal Pio Laghi. Tras su renuncia en 2003, Mons. Giuseppe Pittau quiso regresar a Japón. Falleció el viernes por la tarde en Tokio, a la edad de 86 años.

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