«HORIZONTES DE NOVEDAD» CONGRESO DE VIDA CONSAGRADA DE LA CLAR
(CELAM).- Más de 1.200 religiosas y religiosos de América Latina y el Caribe, aunque también de otros continentes, participaron del 18 al 21 de junio, en Bogotá, en el Congreso de Vida Consagrada (VC) organizado y animado por la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR), con el propósito de profundizar en los «horizontes de novedad en la vivencia de nuestros carismas hoy; escuchemos a Dios donde la Vida Consagrada clama».
Además de la Presidencia de la CLAR, en cabeza de la Hna. Mercedes Casas Sánchez, FSpS, la apertura del Congreso contó con la presencia del cardenal brasileño João Braz de Avis, prefecto de la Congregación de los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica (CIVC-SVA), el cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y presidente del CELAM, y el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Ettore Balestrero.
El espíritu fraterno, participativo, hermenéutico, germinal y proyectivo, que caracterizaron a cada una de las jornadas del Congreso, estuvo marcado por los Clamores (ver), las Convicciones (juzgar) y los Compromisos (actuar) que fueron reflexionados y discernidos. Así se percibió en las conferencias, los paneles y foros de las mañanas, lo mismo que en los 41 talleres que se desarrollaron en las tardes, referidos a diez núcleos temáticos (Nuevas Generaciones, humanización y espiritualidad, pobres, cambio sistémico, justicia paz e integridad de la creación, interculturalidad, intercongregacionalidad, comunión eclesial, carismas y laicos, y salida misionera) y a seis ejes transversales (misión, espiritualidad, comunión, consagración, formación y animación).
El Congreso también se nutrió de la Palabra de Dios (lectura orante), la celebración eucarística -que en el segundo día del Congreso conmemoró la beatificación de monseñor Romero, pastor y mártir de El Salvador-, la Síntesis Interpretativa, y el encuentro con la Iglesia local, el sábado 20, en el «Palacio de los deportes», que consistió en una celebración eucarística -presidida por el cardenal Salazar Gómez- y un concierto con motivo del Año de la Vida Consagrada.
Como anticipo del Mensaje Final que próximamente será dado a conocer por la CLAR, se comparten algunos «horizontes de novedad» propuestos por la Comisión de Síntesis Interpretativa del Congreso, en los que se recupera el paso del Espíritu por el Congreso para resignificar a la Vida Consagrada hoy:
a) La Trinidad es el modelo de nuestra hermandad; nos conduce a la unidad en la diversidad, nos capacita para el diálogo y la reciprocidad, hace que nuestras relaciones sean circulares y en igualdad.
b) El seguimiento de Jesucristo, desde la mística y la profecía, tiene como horizonte el martirio, elocuente testimonio que es capaz de tocar el corazón de los demás y suscitar la conversión. Hemos de recuperar la memoria profético-martirial de nuestros pueblos.
c) Una resignificación de los consejos evangélicos, a la luz del Verbo de Dios que se encarna y entrega su vida en la cruz, y de la escucha de la Palabra, llevará a la persona consagrada a la libertad, la gratuidad-gratitud y la compasión.
d) La VC está llamada a compartir espiritualidad, misión y vida con los laicos, desde una eclesiología de comunión, constituyendo familias carismáticas.
e) Una VC pobre y para los pobres, implica hoy participar en la «revolución de la ternura» (EG 88), «usar la medicina de la misericordia» (MV 4) y «cuidar la casa común» (LS).
f) La VC ha de salir de su autorreferencialidad y de todo aquello que le impide el contacto directo con el prójimo.
g) La intercongregacionalidad y las comunidades intergeneracionales son retos que exigen creatividad y que nos dan la oportunidad de enriquecernos mutuamente, crecer y complementarnos.
h) Las culturas, la ecología y la humanización son espacios en los que la vida se ve amenazada, espacios en los que la VC debe estar presente y actuar.