MONS. PETER SARTAIN, ARZOBISPO DELEGADO PARA EL PROCESO DE RENOVACIÓN DE LA LCWR EN ESTADOS UNIDOS
La Congregación vaticana para la Doctrina de la Fe (CDF) ha nombrado al Arzobispo de Seattle, Mons. Peter Sartain, como Arzobispo delegado para velar por la renovación de los estatutos y supervisar los programas de la LCWR (Leadership Conference of Women Religious). Ayudarán al Arzobispo en esta labor, al menos, un grupo de religiosas y otros dos obispos (Mons. Leonard Blair y Mons. John Paprocki).
Culmina así un proceso de diálogos iniciado en 2008 entre los Obispos de Estados Unidos, la Santa Sede y la propia LCWR con el compromiso de renovar los estatutos y velar por una mejor orientación en la labor de liderazgo de la LCWR. Se pretende, igualmente que, en vísperas de la celebración del 50 aniversario del Vaticano II las indicaciones sobre las mutuas relaciones entre obispos y LCWR, establecidas ya en 1978, se hagan más operativas en la Iglesia norteamericana, por el bien de toda la Iglesia y el de los propios institutos religiosos femeninos. La nota del Cardenal Levada estableciendo este organismo de supervisión y control ensalza la gran labor de las religiosas norteamericanas en labores pastorales, misioneras, educativas y sociales a lo largo de la breve historia de la Iglesia Católica de los Estados Unidos.
Genial, Roma va a controlar y supervisar a todas las monjas de Estados Unidos en un proceso de «renovación» ayudado por este arzobispo. Con lo bien que se estaban renovando ellas solitas. Amada Iglesia, confía, escucha, acoge, anima… la gran labor que en ellas reconoces y déjalas en paz. (y si piensan y hablan, vuelve a confiar, escuchar y acoger)
Es triste que quieran recortar todo aquello que no se somete al sinsentido romano.
Ahora recuerdo que uno de los obispos que habían acudido a Roma a quejarse de las religiosas, porque defendían a los homosexuales y a las mujeres que se habían visto obligadas a abortar era un tal Gabino Zabala. Hoy, ese obispo, está retirado del ministerio por su conocida doble vida, con mujeres e hijos regados por doquier. Vamos, así está la Iglesia a la que ahora piden que las monjas obedezcan. Mejor si las hubieran acompañado antes en su renovación y adecuada adaptación.
Lo que faltaba, Un obispo vestido con estola arcoíris haciendo gala e impulsando la cultura gay con sus vestimentas. ¡Ver para creer!