MONS. LUIS LADARIA: “VOY A UTILIZAR ESTOS TEXTOS EN PRIMER LUGAR PARA MÍ MISMO, PERO TAMBIÉN PARA OTROS” (PRESENTACIÓN DEL LIBRO “MENTE ABIERTA, CORAZÓN CREYENTE”)

El libro “Mente abierta, corazón creyente”, editado por Publicaciones Claretianas,  recoge las intervenciones del actual papa Francisco en cuatro diversas ocasiones, en el contexto de los ejercicios espirituales. El texto trata de hacer entrar al lector en la experiencia de Dios y en el gusto por su palabra, invitándole a abandonarse confiadamente en sus manos. 

 Siempre con la atención puesta en las características de los destinatarios inmediatos, el entonces cardenal Bergoglio ofrece materiales para la oración y la reflexión. La obra recoge las intervenciones del actual papa Francisco en cuatro recorridos, que no están ligados explícitamente al libro de los Ejercicios de San Ignacio de Loyola, aunque de él reciben mucha inspiración.

En primer lugar “Los diálogos de Jesús”. En este primer apartado del libro el autor nos pone en relación con el gozo del encuentro, con la misión de los pastores, con la vida en la Iglesia, esposa del Señor. Y nos invita a vencer la desesperanza que el pecado nos causa. El segundo itinerario: “Epìfanía-Manifestación”, nos habla de la manifestación del pecado, pero sobre todo de la manifestación de Dios y de la Iglesia esposa. La tercera parte, más breve, “Las cartas a las siete iglesias”, es un sugestivo comentario a las cartas a las siete iglesias del Apocalipsis, donde se ponen de relieve las grandes actitudes cristianas: verdad, fidelidad, las obras de Dios, la amistad. Reproduzco un párrafo del comentario a la última carta, a la iglesia de Laodicea, la iglesia “tibia”: «El tibio no soporta el testimonio de los santos “el fuego que sale de su boca y devora a los enemigos” (Ap 11, 5). El tibio no reza sus broncas, y las vomita en los demás» (p. 167). Y por último, el cuarto recorrido: “Nuestra carne en oración; no se avergüencen de su propia carne”. Se trata de un itinerario por las grandes figuras orantes del Antiguo Testamento para llegar hasta Jesús, que en su carne nos abre al camino al Padre, «contando con el camino nuevo  y vivo que él ha inaugurado para nosotros a través de la cortina, o sea, de su carne» (Heb 10,20). No me voy a extender haciendo elogios de estos textos; no los necesitan. Voy a decir solamente que los voy a utilizar, en primer lugar para mí mismo, pero también para otros.
 
 En la presentación de la edición española de este volumen, Mons. Juan Antonio Martínez Camino pone de relieve que nuestro actual Papa cita en estos libros un famoso y breve texto llamado “epitafio” de San Ignacio, de autor anónimo: «non coerceri maximo, contineri tamen a minimo, divinum est». No estar encerrado en lo máximo, pero ser contenido en lo mínimo es divino. El texto proviene de la Imago primi saeculi Societatis Iesu…, volumen publicado en Amberes en 1640. El pasaje fue en algún sentido redescubierto, “desempolvado”, por Hugo Rahner y a través de él fue muy conocido en Alemania, entre otros por Joseph Ratzinger. El texto parece un condensado del himno de la carta a los Filipenses. El Hijo de Dios por quien todo fue hecho se hace pequeño y es contenido en el seno de María, es “contenido” en su humanidad, como gustaban de decir los Padres de la Iglesia, hasta hacerse el mínimo y el siervo de todos muriendo en la cruz, hasta identificarse con los pobres y los humildes.  El papa Francisco, en sus primeras homilías ha insistido en la misericordia de Dios, en su bondad, en su ternura. Todas tienen en Jesús un rostro y una figura concreta: «se ha manifestado la gracia de Dios» (Tit 2,11)   
 Vale la pena aprovecharnos de este libro para “gustar” internamente esta bondad y para aprender a vivir como el Maestro nos muestra y nos enseña.
  
+ Mons. Luis Ladaria
(Presentación del libro en Madrid. 17 de abril de 2013).

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